La
Unión Europea es una experiencia única de organización multilateral nacida tras
la II Guerra Mundial. En una Europa devastada los políticos y pensadores
europeos solo ven una posibilidad de reconstrucción a través de la unión de sus
países. A partir de ahí la Unión Europea
empieza a conformarse en base a una serie de tratados que garantizan la aplicación
de políticas comunes. Uno de los avances más importantes desde el punto de
vista social es la carta de derechos fundamentales de la Unión Europea que garantiza la dignidad, la libertad, la
igualdad, la solidaridad, la ciudadanía y la justicia.
En 2009 el Tratado de Lisboa ratifica el marco normativo de Europa al que tienen las instituciones que conforman la unión. Después de China o India, la Unión Europea es la zona del mundo con más población, más de 500 millones de personas repartidos en 28 países miembros, y su PIB es mayor que el de estos países. Pero la Unión Europea además de ser una de las grandes áreas económicas del planeta, es solidaria. Actualmente es una de las mayores donantes de ayuda al desarrollo del mundo.
Desde
1952 diferentes países se han ido incorporando a la Unión Europea. España se
adhiere formalmente en 1985. En este periodo de paz y estabilidad se han
consolidado la democracia y el Estado de derecho, se ha generado una economía con
un mercado común (con el euro como moneda única) y se ha desarrollado la legislación
de la Unión Europea. Hoy en día somos ciudadanos y ciudadanas europeas ante las
leyes y valores europeos.
La
presidencia de la UE es rotativa y en estos últimos 30 años ha habido cuatro
presidencias españolas y durante las mismas se han abordado temas como la presentación de la Carta Social
Europea en 1989, el primer plan conjunto con EEUU en 1995, la puesta en circulación del Euro en 2002 o
una nueva estrategia económica hasta 2020.
El impulso de las políticas e instrumentos desde Europa en ámbitos como
el empleo, la inmigración y las políticas sociales han generado avances
importantes. El Tratado de Schengen garantiza el derecho de libertad de circulación
que permite estudiar, trabajar y vivir en cualquier país que forman la UE. El
problema del desempleo ha sido siempre una gran preocupación para la organización.
Es por ello que se estableció el Fondo Social Europeo con el fin de promover el
empleo para las personas con mayores dificultades, siendo España una de las
mayores receptoras de fondos.
En
el año 1993, se aprueba el Libro Blanco de Delors, donde se sientan las bases
de la lucha contra el desempleo, se plantean los nuevos yacimientos que satisfarán
las nuevas necesidades sociales generando numerosos puestos de trabajo. Otros
hitos importantes son el Tratado de Amsterdam, la estrategia de Lisboa y la
estrategia Europa 2020, con un objetivo prioritario: destinar 376 mil millones
de euros en políticas de cohesión y laborales. Sin embargo, los retos son
importantes: crear empleo de calidad y sostenible a lo largo de la vida
alcanzando el objetivo de empleo de la UE 2020, lograr una inclusión activa
integrada y personalizada luchando contra las desigualdad de género y la discriminación.
En el tema de inmigración y refugio todavía queda mucho por andar.
En
materia de educación cabe destacar la implantación del Espacio Europeo de
Educación Superior. El proceso de Bolonia establece una homologación de la
Enseñanza Superior Europea con el objetivo de fomentar la libre circulación de
estudiantes. Otro gran logro es el programa Erasmus que moviliza unos 300 mil
estudiantes anuales. Sin embargo, es necesario aumentar la igualdad de
oportunidades, los niños y niñas que viven en familias en riesgo de pobreza y exclusión
tienen mayores dificultades educativas y la tasa de abandono escolar prematuro
afecta a casi tres de cada diez jóvenes en España. Los retos comunes para Europa y
España son: reducir la tasa de abandono escolar prematuro, superar las
desigualdades territoriales en oportunidades educativas e invertir en el aprendizaje
a lo largo de toda la vida.
Con respecto a las políticas sociales, destacan las llamadas políticas de cohesión que han aportado muchos fondos para el desarrollo de las regiones más atrasadas. En España casi todas las regiones han tenido Fondos de Cohesión, la más reciente es la estrategia 20 20 que tiene como meta sacar al menos 20 millones de personas del riesgo de la pobreza y exclusión. Algunos de los retos en el ámbito de las políticas sociales y de la lucha contra la pobreza son los siguientes: la reducción de la pobreza infantil, la reducción de la desigualdad, la mejora de la eficiencia de las políticas sociales y de protección social, el enfoque de inclusión activa, la mejora de la situación social de la vivienda… Los intereses de esos más de 122 millones de personas que viven en riesgo de pobreza y exclusión social tienen que estar más presentes que nunca en las decisiones que adoptan las autoridades europeas.
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