sábado, 19 de diciembre de 2015

1ª CRISIS ESPAÑOLA DEL SIGLO XXI


La economía española tuvo un crecimiento fuerte y prolongado entre el año 1995-2007. Dos hechos que determinaron ese crecimiento fueron:
- La entrada en la Unión Monetaria en 1999 que provocó una bajada de los tipos de interés y un aumento de la confianza de los inversores internacionales en la economía española.
- La entrada masiva de inmigrantes en 2002 atraídos por el crecimiento que sirvió para realimentar el consumo y la demanda de viviendas.
Han pasado 13 años y España sigue en bancarrota.
En los años 1995 fue el final de los años grises de la última crisis. España dejó atrás la recesión de 1994 con un crecimiento de un 2,4% de PIB que continuaría con unas cifras de 2,8% del PIB EN EL AÑO 1995. En estos dos años se crearon 400.000 puestos de trabajo y el desempleo bajo hasta el 22%. En el año 1998, el Gobierno de Jose María Aznar, estableció la Ley del Suelo que consistió en privatizar el mercado del suelo y es copiado por los ayuntamientos de las autonomías. Se empezó a aumentar el terreno urbanizable y se convierte el mercado del suelo en un negocio súper rentable para los empresarios. Con ello, se multiplicarían las inversiones, se construirían más casas, habría más oferta por lo cual bajarían los precios de las viviendas.



España empezaba el año 2000 en plena forma económica. El optimismo reinaba por todos lados. Las empresas españolas, muchas de ellas recién privatizadas, debutaban en bolsa y se internacionalizaban. El IBEX 35 era el índice bursátil de moda que estaba con fuerza por encima de los 10.000 ptos por primera vez en su historia.
En el año 2002, el rumbo de la construcción ya se había disparado y se aprobó la nueva reforma laboral. Si reducimos los derechos laborales los empresarios invertirán más en el personal y se reducirá el paro. Así aumentó la demanda de mano de obra y miles de jóvenes dejaron sus estudios para dedicarse a la construcción. La Ley de Suelos no tuvo el efecto previsto: al dispararse la demanda de viviendas el precio de los pisos subió y eso, a su vez, disparó el precio del suelo, pues se tasaba en función de los beneficios potenciales, cosa que aumentó aún más el precio de la vivienda.
En el año 2005, España construía más viviendas que Francia, Alemania e Italia juntas. Gracias al motor de la construcción la economía estaba muy bien. El PIB tuvo un crecimiento del 3,7 % respecto al año anterior. Sin embargo, el Gobierno no quería invertir en I+D. El precio de las viviendas se encontraba ya por las nubes y el paro había bajado a una cifra record, pero mientras la vivienda en términos reales había doblado su precio los sueldos se habían quedado congelados. Aunque la vivienda estaba más cara los sueldos eran los mismos, pero la gente seguía comprando pisos porque el banco y las cajas empezaron a bajar las exigencias para otorgar créditos y alargaron los periodos de pagos de las hipotecas.
En el año 2007, el precio de la vivienda siguió subiendo. La deuda de las administraciones, de las familias y empresas era ya descomunal, al igual que con otras entidades financieras. El único motor de riqueza es el crecimiento y ese crecimiento solo existía gracias a la deuda.
En el año 2008, la vivienda estaba demasiado cara y nadie sabía cómo parar aquello. A causa de ello, España se estaba hundiendo.  En EEUU estalló una crisis que se expandió por todo el mundo y de la noche a la mañana los bancos dejaron de prestar dinero. La bolsa se desplomó y la inmobiliaria ''Martinsa Fadesa'' protagonizó la mayor quiebra de España, dejando un agujero de 7 mil millones de euros a sus acreditadores, en su mayoría, bancos y cajas, que tuvieron que verse afectados con su stock de viviendas súper valorizadas. Como nadie prestaba dinero, se produjo un efecto dominó: el consumo se desplomó, se contrajo la economía, las empresas empezaron a hacer despidos en masas y las familias sin trabajo fueron expulsadas por los impagos. Según el Ministro de Trabajo, a lo largo del año se incrementó el número de parados.



En el año 2009, Zapatero dio unos incentivos de unos 8 millones de euros para invertirlos en obras públicas. La economía siguió empeorando y las cuentas del estado empezaron a tambalearse, mientras que la prima de riesgo se disparaba.
En 2010, los líderes europeos querían rescatar a España y le ofrecieron a Zapatero un giro a sus políticas. De este modo, se empezaron a llevar a cabo las políticas de ajustes que empeoraron aún más la economía. Por julio la tasa de paro rondaba los 4 millones de parados, sin embargo, la drástica reducción de los flujos de los créditos por parte de la banca era lo que impedía la recuperación del país. Las empresas no tenían liquidez por no obtener préstamos. El precio de la vivienda en comparación de otros países, cayó poco. Este no bajaba debido al maquillaje de balances: bancos y cajas habían aceptado como pago por las deudas de inmobiliarias en ruinas grandes cantidades de stock inmobiliario. El problema es que si querían deshacerse de ese stock sobrevalorado debían ponerlo a la venta a un precio con burbuja que costaría a sus balances como pérdida. Así que hicieron lo contrario: mantuvieron su stock a precio hinchado contribuyendo a sostener los precios y se dedicaron a refinanciar las deudas de las inmobiliarias, y con esto esperaban que la economía mejorara.
En el año 2011, todo comenzó a desmoronarse y cayeron distintas entidades que tuvieron que ser intervenidas, nacionalizadas o ayudadas con liquidez a cambio de aceptar planes de bancarizaciones y fusiones masivas. En consecuencias hubo una reducción en las plantillas de muchas empresas. El sector público y financiero español se convirtió en un atajo de insolvencia, donde se prestaban dinero los unos y los otros alejando a los inversionistas extranjeros. Ante esta situación, el número de parados se incrementó a 5 millones y estos empezaron a sufrir un déficit descontrolado que obliga a más ajustes y, aunque los bancos europeos le dan liquidez a los bancos y cajas, estos seguían sin darle créditos a las empresas y familias.
Finalmente, ante la mala situación del país y tras la llegada del Mariano Rajoy al poder, se propusieron las siguientes reformas para levantar al país:
- Dialogo, es decir, decir la verdadera realidad en la que estaba estancada el país.
- Reducción del déficit, para solventar el problema entre ingresos y gastos.
- Restructuración financiera.
- Reformas administrativas, para supervisar el organismo público
- Descongelación de las pensiones.
- Reforma laboral, para mejorar el plan de empleo juvenil y de esta manera reducir el número de parados.
- Medidas fiscales (ayudas fiscales, ley de apoyo para los emprendedores…).

-Modelo energético y turismo (reforma energética para evitar que la electricidad suba y potenciar el turismo para que sea el motor de España).

No hay comentarios:

Publicar un comentario