La guerra civil Siria se inició con la primavera árabe en el
año 2011, y ha producido más de 220 mil muertos y más de 11 millones de
desplazamientos. Esto se ha debido entre otros muchos motivos, a la corrupción, a la pobreza, a la violación
de los derechos humanos y a la desigualdad.
Además, como es evidente ha producido un letal daño en la
economía Siria, cuya producción económica se ha reducido hasta un sesenta por
ciento desde el comienzo del conflicto, (según un informe del British Chatham
house), junto con un descenso del valor de la moneda siria de un ochenta por
ciento.
El sector de la minería y la construcción han sido los más
afectados, cayendo las exportaciones de 12 millones de dólares a alrededor de
los 2 millones de dólares. El precio medio de los productos aumentó sobre un
cincuenta y uno por ciento entre enero de 2012 y marzo de 2015. En cuanto al
petróleo, se han obtenido datos que indican un descenso de su producción de 387
mil barriles por día en 2011 a 10 mil barriles por día en 2014.
Todo esto ha producido un descenso de los ingresos Sirios,
que se han visto superados en torno a un veinte por ciento por los gastos del
estado.